Israel inició este martes una invasión terrestre al sur de Líbano, cruzando la Línea Azul -que marca la separación entre ambos países y que la ONU patrulla-, asegurando que se trata de una operación “limitada, localizada y selectiva”.
La ofensiva ocurre tras varios días de intensos bombardeos que han incluido a Beirut, la capital libanesa, y que han dejado ya al menos mil muertos y 6000 heridos, además de causar el desplazamiento de más de un millón de personas hasta el momento.
Debe evitarse una “guerra total” en Líbano
El Secretario General de la ONU expresó gran preocupación por la escalada del conflicto y llamó a un alto el fuego inmediato.
“Debe evitarse a toda costa una guerra total en el Líbano y deben respetarse la soberanía y la integridad territorial del país”, puntualizó Antonio Guterres en un comunicado de su portavoz.
Guterres habló esta mañana con el primer ministro del Líbano, Najib Mikati, para reafirmarle que el sistema de las Naciones Unidas está movilizado para ayudar a todos los necesitados en el país.
El Secretario General seguirá manteniendo contactos y sus representantes sobre el terreno también seguirán esforzándose por reducir la escalada de la situación, añadió el texto del portavoz.
Llamamiento humanitario
Las agencias de socorro de la ONU solicitaron hoy 426 millones de dólares para brindar ayuda humanitaria de emergencia a cerca de un millón de esos desplazados.
El Secretario General urgió a la comunidad internacional a apoyar el llamamiento lanzado hoy en Beirut.
La Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) prevé que la gente siga huyendo de los bombardeos, buscando lugares más seguros.
En conferencia de prensa en Ginebra, el portavoz de OCHA, explicó que el caos impera en Líbano y las necesidades aumentan sin que los organismos de ayuda tengan la capacidad que haría falta para responder.
“No tenemos suficientes suministros, no tenemos suficiente capacidad y es exactamente por eso que estamos lanzando este llamamiento: necesitamos esta inyección adicional de fondos para adquirir insumos y aumentar la respuesta que no está donde debería estar, porque, como siempre, estamos corriendo detrás de los hechos”, dijo Jens Laerke.
Regresar a la normalidad lleva mucho tiempo y dinero
El portavoz agregó que si bien es fácil destruir y herir a la gente, no lo es devolverle algún tipo de normalidad. “Eso lleva mucho tiempo y cuesta mucho dinero, por eso tenemos que detener este proceso y reducir la escalada del conflicto lo antes posible”, subrayó.
Por su parte, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL) reportó ayer que Israel le comunicó los planes de incursionar.
Fuerzas de paz en posición
“A pesar de este peligroso acontecimiento, las fuerzas de paz siguen en posición”, apuntó UNIFIL, detallando que la fuerza de la ONU ajusta regularmente su posición y actividades, y tiene planes de contingencia listos para activarse si es absolutamente necesario.
“La seguridad de las fuerzas de paz es primordial, y se recuerda a todos los actores su obligación de respetarla”, añadió.
UNIFIL cuenta con unos 10.500 efectivos de mantenimiento de la paz de 50 países que aportan tropas. La Misión lleva a cabo unas 14.500 actividades al mes.
El cruce israelí hacia el Líbano “constituye una violación de la soberanía y la integridad territorial libanesas, y una violación de la resolución 1701” del Consejo de Seguridad, adoptada en 2006 para detener la guerra entre Israel y Hezbolá, recordó UNIFIL, advirtiendo que la escalada sólo conducirá a más violencia y más derramamiento de sangre y conminando a las partes a un alto el fuego.
Catástrofe humanitaria en potencia
En el mismo tenor, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU alertó de que la ampliación de las hostilidades en Oriente Medio puede sumir a toda la región en una catástrofe humanitaria y de las garantías fundamentales.
“Las perspectivas de que la situación se deteriore aún más y tenga consecuencias terribles para los civiles, y de que se extienda rápidamente y abarque a otros Estados de la región son reales”, recalcó Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
Throssell indicó que la violencia armada entre Israel y Hezboláh está en pleno auge y que el impacto en los civiles ya ha sido terrible.
“Tememos que una invasión terrestre a gran escala de Israel en Líbano sólo dé lugar a un mayor sufrimiento”, dijo.
La portavoz hizo hincapié en que todas las partes en conflicto deben distinguir claramente entre objetivos militares y civiles, al igual que bienes civiles.
Derecho internacional humanitario
“Deben hacer todo lo posible para proteger las vidas de los civiles, sus hogares y la infraestructura esencial para su existencia diaria, como exige claramente el derecho internacional humanitario”, enfatizó.
En nombre del Alto Comisionado, Throssell pidió a todas las partes a seguir negociando “para poner fin a la actual senda de destrucción y violencia que no parece tener fin”.
Asimismo, acentuó que se debe garantizar la rendición de cuentas de los responsables de violaciones del derecho internacional humanitario que se hayan cometido o estén en curso, sean quienes sean los autores, y que se tiene que garantizar justicia a las víctimas.
Campaña genocida contra el pueblo palestino
Un grupo de más de 30 expertos en derechos humanos se pronunció en el mismo tono de alarma, advirtiendo de los riesgos que la escalada se convierta en una “catástrofe humanitaria y geopolítica”.
En una declaración conjunta citaron las cifras de las autoridades libanesas que indican que más de 1600 personas han muerto desde que empezaron los bombardeos israelíes en octubre de 2023, cuando comenzó la guerra en Gaza tras el ataque liderado por Hamas en el sur de Israel el día 7.
“La escalada y expansión de los ataques contra civiles, que ahora vemos en Líbano, se suma a una campaña genocida contra el pueblo palestino, especialmente en Gaza, que hemos condenado durante meses”, afirmaron.
Doble moral
Los expertos lamentaron que después de la explosión de dispositivos electrónicos en todo Líbano este mes, que mató a docenas de personas y cegó e hirió a miles, algunos observadores “hubieran elogiado a Israel por la ‘creatividad’ y ‘astucia’ de esas acciones, ignorando su naturaleza criminal”.
“La doble moral al condenar el terrorismo y al mismo tiempo conceder impunidad socava los cimientos del orden internacional democrático, que se tambalea al borde del abismo”, sostuvieron.
También precisaron que los factores regionales que alimentan la escalada de violencia, incluido el suministro de armas, asistencia técnica y capacitación a actores no estatales, las ejecuciones extrajudiciales y la continua ocupación ilegal de Palestina, deben ser centrales para la búsqueda sostenible de soluciones pacíficas.
“Hacer la vista gorda ante la catástrofe que se agrava en Gaza y el resto del territorio palestino ocupado no ayudará a encontrar una solución a la situación que se está deteriorando en el Líbano (…) Urgimos a un cese inmediato de las hostilidades y a que intervenga rápidamente el Consejo de Seguridad de la ONU para que cumpla plenamente su función y evite una mayor escalada de la violencia y los desplazamientos arbitrarios, garantice la protección de los civiles de todas las partes, investigue los crímenes cometidos y fortalezca aún más la presencia protectora de las Naciones Unidas en la región”, concluyeron.
Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).
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