El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU ha condenado el saqueo de miles de toneladas de suministros de ayuda en la ciudad de Bukavu, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), después de que los rebeldes del M23, apoyados por Ruanda, arrasaran la ciudad el fin de semana, al parecer sin encontrar apenas resistencia.
El saqueo se produjo mientras los combatientes del M23 seguían avanzando en el este de RD Congo, tras tomar el control de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, a finales de enero.
Las hostilidades han continuado en esta región rica en minerales durante décadas en medio de una proliferación de grupos armados, obligando a cientos de miles de personas a huir de sus hogares.
Derecho internacional humanitario
En un mensaje en línea difundido este lunes, el PMA afirmó que “condena el saqueo de sus almacenes en Bukavu, en Kivu del Sur (…) los suministros de alimentos que allí se guardaban estaban destinados a proporcionar un apoyo vital a las familias más vulnerables, que ahora se enfrentan a una crisis humanitaria cada vez mayor”.
Los saqueadores se llevaron 7000 toneladas de suministros alimentarios humanitarios, según la agencia de la ONU, que añadió que, a medida que se extiende la violencia y el acceso a los alimentos se hace cada vez más difícil, “el PMA está preparado para reanudar la ayuda alimentaria esencial a los más vulnerables tan pronto como sea seguro hacerlo”.
La agencia de la ONU también instó a todas las partes en conflicto a “respetar sus obligaciones con respecto al derecho internacional humanitario”, que incluye la protección de civiles y trabajadores humanitarios.
Rutas de ayuda bloqueadas
En una alerta, el coordinador humanitario en el país, Bruno Lemarquis, advirtió el pasado jueves que la escasez de rutas humanitarias amenazaba la operación de ayuda en la región, rica en minerales.
Además, antes de la última ofensiva del M23 a principios de año, Lemarquis recordó que la situación humanitaria en Kivu del Sur ya era extrema.
Alrededor de 1,65 millones de personas, algo más del 20% de la población de la provincia, se han visto desplazadas por motivos muy diversos.
Posible guerra regional
El sábado, el Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió de la posibilidad de que el conflicto desencadenara una guerra regional, antes de hacer un llamamiento a la “diplomacia africana para resolver el problema”.
Asimismo, al margen de la Cumbre de la Unión Africana, Guterres declaró a los periodistas que “es hora de silenciar las armas, es hora de diplomacia y diálogo. Hay que respetar la soberanía y la integridad territorial de la RDC”.
El Secretario General añadió que MONUSCO, la fuerza internacional de mantenimiento de la paz de la ONU en el país, seguirá prestando apoyo. Aunque advirtió que “una fuerza de mantenimiento de la paz no puede resolver el problema porque no hay paz que mantener”.
Insistió, por otra parte, en que el conflicto “se resolverá si existe una unidad africana eficaz y una diplomacia africana para resolver el problema”.
Guterres también señaló la importancia crucial de esfuerzos como la cumbre conjunta de la Comunidad Sudafricana de Desarrollo celebrada recientemente en Tanzania, que dio como resultado una vía clara para un alto el fuego inmediato.
Nuevo ataque de los milicianos de Codeco
Además, la violencia en el país continúa; el domingo por la noche, milicianos del grupo Codeco llevaron a cabo una incursión cerca del lugar de acogida de desplazados de Djaiba, en el territorio de Djugu (en Ituri, una de las provincias del país).
Las fuerzas de mantenimiento de la paz de la MONUSCO y los militares congoleños, en estado de alerta máxima, tomaron enérgicas represalias, frustrando otro intento de ataque, según fuentes locales. Los milicianos fueron repelidos tras varios minutos de tiroteo, sin que se produjeran víctimas. Pero, en su huida, los atacantes prendieron fuego a tres casas.
Presas del pánico, los desplazados y los habitantes del pueblo vecino de Laudjo se refugiaron frente a la entrada de la base militar de la MONUSCO, donde pasaron la noche.
Agravamiento de la precaria situación de los desplazados
Desde hace una semana, Codeco parece tener como objetivo el emplazamiento de desplazados de Djaiba, con repetidos intentos de atacar a civiles por la noche. Cada vez, las fuerzas de mantenimiento de la paz de la MONUSCO y los militares congoleños intervienen para repeler a los milicianos.
Estos ataques repetidos agravan la precaria situación de los desplazados, que ya no tienen acceso a sus campos debido a la presencia de miembros del grupo Codeco. Las actividades escolares y económicas también se han paralizado.
MONUSCO sigue trabajando junto al ejército congoleño para garantizar la seguridad de los desplazados en Ituri y en el territorio de Djugu.
Además, para contener la violencia y reforzar la protección de los civiles, la MONUSCO estableció, la semana pasada, dos bases operativas móviles.
Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).
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