La factura mundial de las importaciones alimentarias superará los dos billones de dólares en 2024, impulsada por el aumento del coste de las bebidas calientes favoritas de todos, según el último informe Perspectivas Alimentarias publicado este jueves por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El informe bianual, que se centra en los acontecimientos que afectan a los mercados mundiales de alimentos y piensos, destaca que los costes más elevados del cacao, el café y el té están impulsando el incremento, mientras persisten las disparidades en la factura de las importaciones entre los distintos niveles de ingresos.

Los precios del cacao se han disparado casi cuatro veces su media de diez años a principios de este año, los del café casi se han duplicado, y los del té están un 15% por encima de los niveles a largo plazo.

En conjunto, estos productos básicos son responsables de más de la mitad del incremento previsto en los gastos mundiales de importación de alimentos, que los economistas de la FAO prevén que aumentarán casi un 23% en 2024.

Disparidades nacionales

Mientras que los países de ingresos altos, que representan dos tercios de la factura mundial de las importaciones alimentarias, experimentarán un incremento del 4,4%, se espera que disminuyan los gastos de importación para los países de ingresos medios y bajos.

Los países de ingresos más bajos pueden encontrar cierto alivio en la reducción de los costes de los cereales y las semillas oleaginosas, aunque se prevé que disminuya su ingesta per cápita de trigo y cereales secundarios, lo que contrasta con el aumento previsto del 1,5% en el consumo de arroz.

La FAO subraya el papel crucial que desempeñan las exportaciones de alimentos en el sostenimiento de muchas economías.

Por ejemplo, los ingresos de las exportaciones de café cubren casi el 40% de los costes de importación de alimentos en Burundi y Etiopía, mientras que las exportaciones de cacao de Costa de Marfil compensan totalmente su factura de importación de alimentos. Del mismo modo, las exportaciones de té representan más de la mitad de los costes de importación de Sri Lanka.

Aceite de oliva fluye tras ser prensado

Previsiones mixtas

Las previsiones de la FAO revelan un panorama mixto para la producción y el comercio mundial de alimentos.

Se espera que la producción de trigo y cereales secundarios disminuya, pero se mantenga por encima de los niveles de consumo, mientras que la producción de arroz está preparada para una cosecha récord en 2024/25, lo que podría permitir un aumento del consumo mundial de arroz, de las reservas y del comercio internacional.

Se prevé que la producción de carne y productos lácteos crezca modestamente, mientras que la producción pesquera mundial aumentará un 2,2%, impulsada por la acuicultura.

Mientras tanto, el consumo de aceites vegetales podría superar a la producción por segunda temporada consecutiva, lo que provocaría una reducción de las reservas.

El informe advierte que las condiciones meteorológicas extremas, las tensiones geopolíticas y los cambios políticos podrían desestabilizar los sistemas de producción, poniendo aún más en peligro la seguridad alimentaria mundial.

Los precios del aceite de oliva se disparan con el estrés climático

El informe se centra especialmente en el aceite de oliva y detalla las subidas de precios debidas a los descensos de producción relacionados con el clima.

En España, los precios al por mayor del aceite de oliva virgen extra prensado en frío alcanzaron casi 10.000 dólares por tonelada en enero de 2024, casi el triple que en 2022.

Las altas temperaturas, que obligan a los olivos a conservar el agua para funciones básicas en lugar de producir frutos, provocaron un recorte de la producción de casi el 50% durante dos años consecutivos.

Aunque se espera que la próxima cosecha española supere la media de los últimos 10 años, los altos precios pueden limitar el consumo mundial.

Los productores deberían considerar prácticas más sostenibles de gestión del agua y el suelo, señala el informe.

Dado el gran potencial de expansión de las exportaciones de aceite de oliva, los gobiernos podrían ofrecer apoyo a los olivareros, como planes de seguros y medidas para controlar la propagación de enfermedades, señaló Di Yang, economista de la FAO.

Fertilizantes más baratos… en su mayoría

El informe también destaca una caída del 50% en los precios de los fertilizantes desde su máximo en 2022, gracias a la caída de los precios del gas natural y la reducción de las barreras comerciales.

La economista de la FAO, Maria Antip, señaló, sin embargo, que los fertilizantes fosfatados se han resistido a esta tendencia, con las barreras comerciales existentes y las tensiones geopolíticas que suponen un riesgo para el suministro futuro, en particular en América Latina y Asia.

Además, el informe subraya el potencial del amoníaco bajo en carbono, componente clave de los fertilizantes nitrogenados, como alternativa sostenible.

Sin embargo, aunque el uso de energías renovables en lugar de gas natural es viable y se están realizando inversiones para ello, el aumento de la producción requerirá incentivos específicos para compensar los mayores costes de fabricación y fomentar la adopción entre los agricultores.

Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).

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