El Consejo de Seguridad exige el retiro de fuerzas externas de la RD Congo, mientras el M23 habría tomado Goma

El grupo rebelde M23 habría tomado la ciudad de Goma en la República Democrática del Congo la mañana de este lunes, una amenaza contra la que había advertido el Consejo de Seguridad de la ONU apenas anoche.

De acuerdo con los informes de prensa más recientes, el M23 anunció la captura de Goma minutos antes de la expiración del plazo de 48 horas fijado por ese grupo para que el ejército congolés entregara sus armas.

Tras una reunión de emergencia el domingo a causa del violento avance de esa agrupación armada apoyada por fuerzas ruandesas en la provincia congoleña de Kivu del Norte, una zona rica en minerales, el Consejo de Seguridad emitió una declaración de prensa en la que condenó categóricamente esas operaciones, que colocan en un alto riesgo a cientos de miles de civiles.

“Estos avances representan una grave violación del alto el fuego, exacerban la grave crisis humanitaria y de desplazamiento en la zona oriental de la República Democrática del Congo y socavan los esfuerzos por alcanzar una solución pacífica y política duradera al conflicto mediante el proceso de Luanda”, señaló el órgano resolutivo, exigiendo el cese inmediato de la ofensiva y el avance hacia Goma, la capital de Kivu del Norte.

Cascos azules muertos

La violencia de los rebeldes dejó una cifra indeterminada de víctimas entre muertos y heridos el fin de semana en la zona, incluyendo a dos cascos azules de la Misión de la ONU en el país (MONUSCO), que fueron abatidos y once más que resultaron heridos durante la incursión del M23 y los ruandeses.

El Consejo de Seguridad recordó los ataques contra el personal de mantenimiento de la paz pueden constituir crímenes de guerra y reiteraron su apoyo a la MONUSCO. También destacó que “la participación en la planificación, dirección, patrocinio o realización de ataques contra los miembros del personal de mantenimiento de la paz de la MONUSCO constituye una base para la imposición de sanciones de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.

Asimismo, los miembros del órgano de seguridad repudiaron el flagrante desprecio por la soberanía y la integridad territorial de la República Democrática del Congo, incluida la presencia no autorizada en el este del país de fuerzas externas, y exigieron que dichas fuerzas se retiraran inmediatamente y que el M23 pusiera fin al establecimiento de administraciones paralelas en el territorio congolés.

La explotación ilícita de recursos alimenta el conflicto

Instaron a todas las partes a respetar escrupulosamente el alto el fuego. Reiteraron además su condena de la explotación ilícita y sistemática de los recursos naturales en el este de la República Democrática del Congo, señalando que estas acciones alimentan el conflicto.

El Consejo instó a Rwanda y a la República Democrática del Congo a que vuelvan a las conversaciones diplomáticas para lograr una solución duradera y pacífica del prolongado conflicto en la región, y manifestaron su respaldo a los esfuerzos de mediación en curso a través del Proceso de Luanda.

Al referirse a las interferencia y suplantación de GPS en apoyo de las operaciones del M23 en Kivu del Norte, el Consejo subrayó que representan un riesgo inminente para la seguridad de la aviación civil y afectan negativamente a la prestación de asistencia humanitaria a las poblaciones necesitadas, llamando a que se ponga fin a esas acciones al igual que al despliegue de misiles tierra-aire, que amenazan la seguridad de las fuerzas de paz de la ONU e impiden la aplicación de su mandato de protección de los civiles.

Asimismo, condenó las violaciones persistentes del derecho internacional humanitario y los abusos de los derechos humanos en la zona, incluida la violencia sexual y de género, el reclutamiento y la utilización de niños soldados y las ejecuciones sumarias por parte de grupos armados, pidiendo rendición de cuentas por estas atrocidades.