En Afganistán, las autoridades de facto deben cambiar de rumbo con respecto a las mujeres

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó este martes su profunda alarma por el reciente anuncio de las autoridades de facto de Afganistán de que se revocarán las licencias de las organizaciones no gubernamentales que sigan empleando a mujeres afganas.

Camino equivocado

“Este es un camino totalmente equivocado que están tomando las autoridades de facto”, dijo Volker Türk en un comunicado.

En una carta fechada el 26 de diciembre, el Ministerio de Economía talibán ordenó a las ONG nacionales e internacionales que cumplieran un decreto promulgado hace dos años que les prohíbe emplear a mujeres afganas.

“La situación humanitaria en Afganistán sigue siendo desesperada, ya que más de la mitad de la población vive en la pobreza. Las ONG desempeñan un papel vital en la prestación de asistencia vital crítica, a mujeres, hombres, niñas y niños afganos, y esta medida repercutirá directamente en la capacidad de la población para recibir ayuda humanitaria”, señaló Türk a este respecto.

El Alto Comisionado instó una vez más a las autoridades de facto de Afganistán a que revoquen ese “decreto profundamente discriminatorio”, así como todas las demás medidas que pretenden erradicar el acceso de las mujeres y las niñas a la educación, el trabajo y los servicios públicos, incluida la atención sanitaria, y que restringen su libertad de circulación.

“Ningún país puede progresar política, económica o socialmente mientras excluye a la mitad de su población de la vida pública”, insistió el máximo responsable de los derechos humanos.

“Por el futuro de Afganistán, las autoridades de facto deben cambiar de rumbo”, zanjó Türk.