El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó gran preocupación por la escalada de violencia en el este de la República Democrática del Congo (RDC), provocada por la ofensiva del M23, apoyada por Rwanda. 

Si no se hace nada, lo peor todavía puede estar por venir para la población de esa zona de la República Democrática del Congo, y también para la que se encuentra más allá de las fronteras”, advirtió este viernes Volker Türk ante el Consejo de Derechos.

En una sesión especial de ese órgano con base en Ginebra, Türk indicó que del 26 de enero a la fecha han muerto unas 3000 personas y casi 2900 han resultado heridas en ataques del M23 y sus aliados, que ha utilizado armas pesadas en áreas pobladas.

El M23 y las fuerzas armadas congoleñas han tenido enfrentamientos muy violentos, añadió.

Türk instó a todas las partes a entablar un diálogo y cesar las hostilidades, subrayando que una solución militar sólo profundizaría el conflicto. “El riesgo de escalada en toda la subregión nunca ha sido mayor”, insistió.

Región rica en minerales

Las hostilidades continúan sin tregua en las provincias congoleñas de Kivu del Norte y Kivu del Sur, ricas en minerales y caracterizadas durante décadas por la inestabilidad provocada por una proliferación de grupos armados que han desplazado a cientos de miles de personas.

Los combates se intensificaron a finales de enero cuando los combatientes del M23, de mayoría tutsi, tomaron el control de partes de Kivu del Norte, incluidas zonas cercanas a Goma -la capital de la provincia-, y ​​avanzaron hacia Kivu del Sur, donde se encuentra la segunda ciudad del este del país, Bukavu.

Misión investigadora

En este contexto, los Estados miembros del Consejo aprobaron la creación de una misión para investigar las violaciones extremas de los derechos humanos y de las leyes humanitarias internacionales que se cometen en ambas provincias.

La resolución que establece la misión, condena dichos abusos, con particular énfasis en la violencia sexual y la violencia de género relacionadas con el conflicto, las ejecuciones sumarias, los secuestros, las desapariciones forzadas, los ataques selectivos contra defensores de los derechos humanos, periodistas, otros agentes de la sociedad civil y el personal de mantenimiento de la paz, y el bombardeo de lugares de desplazados, hospitales y escuelas.

El mandato de la misión, que estará integrada por tres expertos, también abarca la elaboración de recomendaciones, en particular sobre medidas de rendición de cuentas, con miras a poner fin a la impunidad, abordar sus causas profundas, y garantizar el acceso a la justicia para las víctimas.

El texto también condena el apoyo militar y logístico de Rwanda al M23 y exhorta a este grupo y a las fuerzas ruandesas a cesar de inmediato las violaciones y abusos de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario en Kivu del Norte y Kivu del Sur.

Consejo de Derechos Humanos/Pascal Sim

Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, habla en una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos sobre la situación en el este de la República Democrática del Congo.

Bombardeo de hospitales y violación y asesinato de mujeres

En su exposición ante el Consejo de Derechos Humanos, el Alto Comisionado informó que el 27 de enero, fueron bombardeados dos hospitales de Goma, matando e hiriendo a numerosos pacientes, incluidos mujeres y niños.

El mismo día se produjo una fuga masiva de prisioneros de la cárcel de Muzenze, en Goma, que dejó al menos 165 reclusas violadas y, más tarde, la mayoría de ellas murieron en un incendio en circunstancias sospechosas, apuntó.

“Estoy horrorizado por la propagación de la violencia sexual, que ha sido una característica atroz de este conflicto durante mucho tiempo. Es probable que esto empeore en las circunstancias actuales”, alertó Türk.

Agregó que el personal de la ONU está verificando múltiples denuncias de violación, violación en grupo y esclavitud sexual en las zonas de conflicto del este de la República Democrática del Congo.

“Todos estamos implicados”

El Alto Comisionado pidió una investigación independiente sobre las violaciones de derechos humanos y urgió a la acción internacional para garantizar la seguridad de los civiles y los trabajadores humanitarios.

Türk recalcó la necesidad de tal esfuerzo internacional para poner fin al prolongado conflicto, y pugnó por una mayor comprensión del contexto político y económico en el que ocurre.

“La población del este de la República Democrática del Congo está sufriendo terriblemente, mientras que muchos de los productos que consumimos o usamos, como los teléfonos móviles, se crean utilizando minerales del este del país. Todos estamos implicados”, puntualizó el Alto Comisionado.

Situación catastrófica

La representante especial y jefa de la misión de paz de la ONU en el país (MONUSCO), Bintou Keita, también participó en la sesión especial de hoy para reportar que en las calles de Goma, ahora controlada por el M23, la situación es catastrófica y aún se observan cadáveres en las calles.

“Los jóvenes son reclutados por la fuerza y los defensores de derechos humanos, activistas de la sociedad civil y periodistas se han convertido en una población en riesgo”, dijo.

La Misión sigue recibiendo solicitudes de protección individual personas de esos grupos, “así como de las autoridades judiciales amenazadas y en riesgo de represalias del M23 en las zonas bajo su control”, añadió.

Una bebé de tres semanas de nacida sufre MPOX y recibe atención en el Hospital Kavumu en Kivu del Sur, República Democrática del Congo. (Archivo)

Riesgos sanitarios

Keita subrayó también los peligros sanitarios vinculados a los combates “especialmente el resurgimiento del cólera y el alto riesgo de mpox, la interrupción repentina de la escolarización de los niños y el aumento de la violencia sexual relacionada con el conflicto y la violencia de género”.

La representante especial detalló que, según los informes más recientes, el personal médico se enfrenta a cortes de electricidad y carece de combustible para sus generadores necesarios para el funcionamiento de servicios básicos, incluidas las morgues.

“Una vez más, pido a la comunidad internacional que abogue por que la asistencia humanitaria llegue a Goma de inmediato”, enfatizó Keita.

La RDC acusa a Rwanda

Por su parte, el Ministro de Comunicaciones de la República Democrática del Congo, Patrick Muyaya Katembwe, presente en la sesión, se pronunció contra el continuo apoyo logístico, militar y financiero de países como Rwanda a los grupos armados que operan en territorio congolés.

Katembwe sostuvo que el apoyo de Rwanda al M23 ha alimentado la violencia en el este del país durante más de 30 años, “exacerbando la guerra por razones vinculadas a la explotación de los recursos mineros estratégicos de la República Democrática del Congo”.

Rwanda refuta las acusaciones

El embajador de Rwanda ante la ONU en Ginebra, James Ngango, respondió rechazando esa afirmación y aseguró que es inminente un ataque a gran escala contra su país.

Asimismo, acusó a la “coalición apoyada por Kinshasa” de almacenar una gran cantidad de armas y equipo militar cerca de la frontera con Rwanda, principalmente en el aeropuerto de Goma y sus alrededores.

“Estas armas incluyen cohetes, drones kamikaze y cañones de artillería pesada capaces de disparar con precisión dentro del territorio de Rwanda. Las armas no fueron dirigidas contra el M23 en el teatro de operaciones, sino que fueron dirigidas directamente contra Rwanda”, acusó.

Source of original article: United Nations (news.un.org). Photo credit: UN. The content of this article does not necessarily reflect the views or opinion of Global Diaspora News (www.globaldiasporanews.net).

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