Sudán: la situación está tomando ahora un giro aún más peligroso

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió hoy sobre la escalada de violencia en Sudán, después de que decenas de personas fueran brutalmente asesinadas en diversos ataques en el estado de Al Jazirah, al suroriente del país.

Türk calificó esta lucha, entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF según sus siglas en inglés), como una “guerra sin sentido” en la que los ataques “directos y por motivos étnicos contra los civiles son cada vez más frecuentes”.

Llamado para detener la violencia

Ambas partes “deben tomar medidas inmediatas para garantizar la protección de todos los civiles, incluyendo la adopción de todas las medidas posibles para evitar o, como mínimo, minimizar los daños a los civiles en el desarrollo de las hostilidades”, sentenció Türk.

Además, realizó un nuevo llamado al presidente del Consejo Soberano de Transición y al comandante de las RSF para poner fin a los combates. Solicitándole así a ambas partes que respetasen sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.

La proliferación del reclutamiento de milicias y las movilizaciones de combatientes podrían desencadenar una guerra civil a mayor escala y un aumento de la violencia, según advirtió el Alto Comisionado.

Ataques étnicos, incitación al odio y violencia

En la última semana, 21 muertes fueron registradas en la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH), tras dos ataques en el estado de Al Jazirah. Aunque, según la organización, es muy probable que el número de fallecidos sea aún mayor.

Diversos ataques más han sido documentados dentro del estado, en los cuales civiles fueron asesinados y secuestrados; ganado, cosechas y otros bienes fueron saqueados; y decenas de familias se vieron desplazadas. Se indica que estos tenían como objetivo a los canabi, un grupo étnico históricamente marginado.

Además, según los reportes de la organización, los ataques se llevaron a cabo por las Fuerzas de Escudo de Sudán, lideradas por Abu Aqla Keikal, ex comandante de las RSF, el cual desertó en octubre del año pasado para unirse a las Fuerzas de Escudo de Sudán.

Türk declaró que “los ataques de represalia, de una brutalidad escandalosa, contra comunidades enteras basados en la identidad étnica real o percibida van en aumento, al igual que la incitación al odio y a la violencia”.

La situación es apremiante

En el norte de Darfur los ataques de la RSF y sus milicias árabes aliadas por motivos étnicos y la violencia sigue siendo motivo de preocupación.

La ciudad de Omdurman también se ve asediada por la violencia. Como ocurrió el 13 de enero, cuando aproximadamente 120 civiles murieron y más de 150 resultaron heridos en ataques con drones, los cuales fueron presuntamente lanzados por las RSF en un mercado ubicado en una zona controlada por estas.

ONU Derechos Humanos recibió tres vídeos, en los que se documentaban escenas de violencia, incluidos homicidios ilegítimos. En estas se deshumaniza a las víctimas, denigrándolas con apodos como “Wassekh” (suciedad) y “Abnaa E-dheif” (bastardos). Además, los autores de las ejecuciones sumarias las aclaman como “Nadhafa” (operación de limpieza). Al parecer, los vídeos se grabaron en la ciudad sudanesa Wad Madani, con presencia visible de hombres vestidos con uniformes de las Fuerzas Armadas Sudanesas.

Creación de un comité de investigación

Debido a que “es urgente poner fin a esta situación”, como declaró el Alto Comisionado, las autoridades sudanesas le garantizaron a Türk que se investigaría a fondo lo ocurrido y los responsables serían llevados ante la justicia; con lo cual ya se ha creado un comité de investigación.

El Alto Comisionado explicó que es crucial que se llevan a cabo investigaciones “rápidas, independientes, imparciales y transparentes de todas las denuncias de violaciones y abusos”.